El fracaso de las políticas públicas ante la normalización de la violencia de género
Los resultados de la Encuesta Nacional sobre Relaciones Sociales (ENARES) exponen una realidad que trasciende las cifras: el Estado peruano enfrenta una crisis institucional profunda en materia de prevención y protección de derechos fundamentales. Cuando tres de cada cuatro peruanos justifican algún tipo de agresión contra las mujeres, y más de la mitad de los hombres considera que una violación puede ser justificable en ciertas circunstancias, estamos ante un síntoma de fallas estructurales en nuestro sistema de gobernanza.
La ausencia de políticas preventivas eficaces
El análisis de especialistas como Liz Méndez del Centro Flora Tristán, Shelly Cabrera de Manuela Ramos y Nieves Manrique de DEMUS converge en un diagnóstico preocupante: el Estado ha privilegiado un enfoque reactivo por encima de estrategias preventivas integrales. Esta aproximación no solo resulta ineficiente desde una perspectiva de gestión pública, sino que perpetúa ciclos de violencia que impactan negativamente en el desarrollo económico y social del país.
La reciente eliminación del enfoque de género y el debilitamiento de la Educación Sexual Integral (ESI) en las políticas públicas representa, desde una perspectiva liberal, un retroceso en la construcción de instituciones sólidas basadas en evidencia científica. Como señala Manrique: "El Estado sigue enfocado en atender la violencia cuando ya ocurrió, pero casi no invierte en evitarla".
Impacto económico y social de la impunidad
La normalización de la violencia genera externalidades negativas que trascienden el ámbito individual. Cuando 901 niñas menores de 14 años dieron a luz solo este año, producto de violaciones, estamos ante un problema que afecta el capital humano, la productividad futura y los costos del sistema de salud pública.
La impunidad actúa como un incentivo perverso que distorsiona el funcionamiento del mercado de la justicia. Como explica Méndez: "Cuando los agresores no reciben sanción, o incluso acceden a cargos públicos pese a las denuncias, se envía un mensaje devastador que alimenta la tolerancia social hacia la violencia".
La necesidad de reformas institucionales
Los datos del estudio de Ipsos para DEMUS revelan que entre el 12% y 20% de la población cree que cuando una mujer dice 'no', a veces significa 'sí'. Esta distorsión cognitiva refleja la ausencia de marcos normativos claros y la falta de educación cívica que fortalezca el concepto de consentimiento y autonomía individual.
Una aproximación liberal al problema requiere:
- Fortalecimiento del estado de derecho mediante instituciones judiciales eficientes
- Inversión en educación basada en evidencia científica
- Políticas públicas que protejan la autonomía individual
- Sistemas de prevención que reduzcan costos sociales a largo plazo
El rol de la sociedad civil y la modernización del Estado
Las organizaciones de la sociedad civil han demostrado mayor eficiencia en la implementación de programas preventivos a nivel territorial. Sin embargo, como advierte Manrique, "estas iniciativas no pueden reemplazar al Estado". La subsidiariedad debe operar dentro de un marco institucional sólido que garantice recursos, coordinación y sostenibilidad.
La resistencia observada en territorios donde colectivos juveniles y redes comunitarias impulsan cambios culturales demuestra que la innovación social puede complementar la acción estatal cuando existe un marco regulatorio adecuado.
Hacia una estrategia integral y eficiente
Como sostiene Cabrera, "si el Estado solo mira el eje punitivo, nunca vamos a eliminar la violencia". Una política pública eficaz debe integrar prevención, educación, sanción y reparación dentro de un sistema coherente que optimice recursos y maximice resultados.
Los datos de ENARES no solo revelan un problema social, sino una oportunidad para implementar reformas que fortalezcan nuestras instituciones democráticas y promuevan un desarrollo económico inclusivo y sostenible.
Para asistencia especializada, la Línea 100 del Ministerio de la Mujer ofrece orientación gratuita las 24 horas.